_Gina, ya- dije, ya no soportaba seguir con esto- nosotros les estamos diciendo qué pasó en realidad, y si tú te quieres cegar y no creernos, es tu problema, no te vamos a rogar.
_Aquí el único ciego es Draco que se dejó engañar por ti.
_Mira Gina, ya no me importa si me quieres creer o no, sé que te estamos diciendo la verdad, pero eso sí, no voy a permitir que Christian sufra por tu culpa, está muy mal, lo quiero mucho y no me gusta verlo destrozado.
_¿Y crees que yo no?
_Pues sí en verdad lo estás y en verdad lo quieres, escúchalo.
_No, no voy a creer en sus mentiras, maldita mentirosa.
_No voy a permitir que insultes a Meilin, eres mi amiga y me importas, pero no voy a permitirlo- dijo Draco tomando a Gina por el brazo.
_Es la verdad, es una gata, eso es lo que es, una gata.
_Mira Gina, tú y yo vamos a hablar muy seriamente.
_Suéltame que me lastimas.
_Entonces camina- dijo severamente- ahorita vengo chiquita, no tardo.
_¡Suéltame!- decía Gina- ¡te digo que me sueltes Draco!
_Camina pues.
_Draco, me lastimas- dijo Gina con los ojos llorosos.
_Perdón, pero no quieres caminar.
_Es que no les creo lo que dicen Draco, te están engañando, no te dejes. En eso, Draco se paró y le dijo:
_Gina, es que no es mentira, entiende, lo que pasó es que...
En eso, a Gina le cambiaron lo ojos de un color amarillo como de gato y Draco se asustó mucho y la agarró por los hombros y la sacudió, entonces Gina cayó en el pasto y una voz de su interior dijo:
_Draco, ayúdame- dijo sollozando- no puedo salir, Parkinson...- fue lo que dijo y cayó inconsciente.
Vi de lejos lo que había pasado y corrí hacia dónde ellos estaban.
_Draco, ¿qué le pasó a Gina?- dije alterada, Draco se quedó pensativo por un momento, después se percató de la realidad.
_La maldición Imperius, Parkinson le lanzó la maldición Imperius- dijo viéndome a los ojos.
_Tenemos que llevarla a la enfermería y decirle a Dumbledore.
_Sí, tú vé a avisarle a Christian, mientras yo llevo a Gina con Madame Pomfrey y le cuento lo sucedido para que le avise a Dumbledore- dijo tomando en brazos a nuestra amiga.
_Sí Draco, nos vemos en la enfermería- dije y salí corriendo a buscar a Christian.
Me lo encontré no muy lejos de ahí, iba platicando con Dany de Gina.
_¡Christian!
_¿Qué pasa Meilin?- dijo preocupado y tomándome de los hombros, mientras Dany también me veía preocupada.
_Lo que pasa es que...- me costaba trabajo hablar, estaba muy agitada.
_Cálmate Meilin, y dinos qué pasó- dijo Dany.
_Parkinson...Gina...Draco...- dije, no podía articular las palabras.
_¿Qué les hizo Parkinson a Gin y a Draco?- dijo Christian, él también ya se estaba alterando.
_Lo que pasa es que al parecer, Parkinson le lanzó la maldición Imperius a Gina, se desmayó, y Draco la llevó con Madame Pomfrey- dije, Christian no dijo nada, solamente salió corriendo en dirección a la enfermería.
_Está bien, ¿verdad?- dijo Dany.
_Eso espero, voy con ellos- dije y salí corriendo atrás de Christian gritando- ¡ESPÉRAME CHRISTIAN!
Al llegar, Gina ya había despertado, estaba muy alterada y estaba gritando:
_QUIERO IRME DE AQUÍ, TENGO QUE ARREGLAR LAS COSAS CON ELLA.
_Señorita Honeywell, tranquilícese.
_NO PUEDO, POR CULPA DE PARKINSON, AHORA SEGURAMENTE MEILIN ME ODIA.
_Cálmate por favor Gina, Meilin no te odia- dijo Draco.
_PERO AÚN ASÍ TENGO QUE ARREGLARLO, ADEMÁS, TENGO QUE HABLAR CON CHRISTIAN.
_Gin- exclamamos Christian y yo y corrimos a abrazarla.
_Perdónenme por favor, perdón por no escucharlos- dijo llorando.
_No te preocupes, era obvio que estuvieras enojada- dijo Christian.
_Perdón Meilin, perdón por insultarte tan feo, pero todo fue por culpa del Imperius que me lanzó Parkinson.
_No tienes porqué pedir perdón, lo sé, eres mi amiga y te quiero mucho.
_Yo también los quiero a todos- dijo, y Draco también nos abrazó.
_Bueno, será mejor que yo le comente esto al Profesor Dumbledore, compermiso, por cierto, ya puede retirarse Señorita Honeywell.
En el transcurso, Gina nos comentó que la maldición Imperius que le lanzó Parkinson era muy potente que pudo haber estado hechizada por años, y que la única forma de romper la maldición era con fuerza de voluntad.
Christian y Gina se sonrojaron cuando Draco dijo que Gina pudo romper la maldición gracias a que Draco le empezó a hablar de Christian.
Pasaron los días, habían castigado a Parkinson, Gin y Chris eran cada vez más cercanos, todos estábamos en paz, tranquilos y felices, a excepción de un chico...
_¿Qué pasa mi amor? últimamente te noto muy raro- dijo Janai viendo muy preocupada a su novio.
_Sí Harry, no eres el mismo de antes- dijo Ron.
_Bueno, estoy muy preocupado, no ha habido noticias de Voldemort, la última vez que supimos de él fue cuando atacó a Draco, tengo miedo de que esté tramando algo.
_Eres valiente Harry, tú sabrás cómo afrentarlo, aunque sí da un poco de miedo.
_No Herm, no tengo miedo por mí, temo por ustedes, pensar que podría hacerles algo me aterroriza, yo no podría seguir adelante sin ustedes.
_No tienes porqué preocuparte, todo va salir bien, ya verás, además, cuentas con el apoyo de todos nosotros- dije y lo abracé.
_Sí Harry, nosotros nunca te vamos a abandonar- dijo Lily y en un momento los 14 estábamos abrazados (Lily, Cedric, Harry, Janai, Cyntia, Alex, Herm, Ron, Padma, Tristán, Gin, Chris, Draco y yo).
El 12 de Diciembre, (aunque en la realidad fue en Agosto), estaba dormida aún cuando sentí que alguien me volteaba de un lado a otro y me decía:
_Mei, despierta, despierta.
_¡Gin!, ¿qué pasa?
_Los de la Orden Mayor (los adultos) quieren hablar con nosotros, en especial contigo.
_Ya voy.
Me desperté con mucho trabajo, me bañé, me vestí y bajé, afuera de la Sala Común estaban todos los demás de la Orden Menor (los chicos y yo), todos nos dirigimos al despacho de Dumbledore.
_Adelante- dijo, por alguna razón me veía extraño, como con ternura y tristeza.
_¿Qué pasa Profesor?, ¿ha habido noticias de Voldemort?
_Lamentablemente sí Harry- dijo, me percaté que todos me veían de la misma forma que el Profesor.
_¿Y mis padres?- dije.
_Meilin, siéntate por favor- dijo Lupin acercándome una silla.
_Gracias, pero, ¿qué sucede?, ¿dónde están mis padres?
_No tardan en venir, están con tu tía Mary y tu prima Elizabeth.
En eso abren la puerta, eran mis padres, mi tía y Liz, me percaté de que las tres estaban...¿llorando?
_¿Qué pasa?, ¿por qué lloran?- dije levantándome de la silla y corriendo hacia ellas, mi padre, Lucius y Sirius las ayudaron a sentarse, mientras Narcisa me ayudaba a mí.
_Díganme que pasa por favor- los chicos tampoco sabían qué pasaba.
_Mi papá...- dijo mi prima pero no terminó.
_Agustín murió en manos de Voldemort...- dijo el Profesor Dumbledore con el mayor tacto posible- todos los chicos lo miraban atónitos mientras yo estaba en una especie de shock.
Unas lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, y después de unos segundos, estaba hecha un mar de lágrimas y gitando no, no podía creerlo, mi tío, una persona muy importante para mí, mi segundo padre...había muerto...
Corrí a abrazar a mi madre, a mi prima y a mi tía, estaba muy mal, me dolía mucho su muerte.
_¿Por qué?, ¿por qué él?, ¿por qué no yo?
_No digas eso Mei, si tú te mueres yo también me muero, no puedo vivir sin ti- dijo Draco y fue a abrazarme- odio verte sufrir.
_Ahora más que nunca deben tener mucho cuidado, no van a salir de Hogwarts para nada, y si van a Hogsmeade irán con algunos adultos.
_Sí Profesor- dijo Harry y corrió a abrazarme también, en cinco segundos todos nos estaban dando el pésame.
Los siguientes días comía y dormía muy poco, lloraba todo el día, estaba muy deprimida...pero tenía a mis amigos, a mis Profesores, y a mi novio apoyándome, el Profesor Dumbledore nos había dado permiso de estar en la Sala de los Menesteres.
En Navidad fui al baile con Draco, esta vez nadie lo arruinó, poco a poco fui recuperándome, aunque yo sabía que nunca iba a olvidar a mi tío, que siempre pensaría en él y que su muerte me había dejado una herida imposible de sanar...
*CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario