*CONTINUACIÓN
Me dirigí hacia el jardín, últimamente nunca había nadie ahí, era el escenario perfecto, me puse a cantar sin darme cuenta que había alguien en la entrada.
Él me mintió.
Él me mintió, él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió, no me amaba, nunca me amó.
Él dejó que lo adorara, él me mintió, él me mintió, era un juego y nadamás, era sólo un juego cruel de su vanidad, él me mintió.
Con el corazón destrozado y el rostro mojado, soy tan desdichada quisiera morirme.
Mentiras, todo era mentiras, palabras al viento, tan sólo un capricho que el niño tenía.
Él me mintió, él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió, no me amaba, nunca me amó.
Él dejó que lo adorara, él me mintió, él me mintió, era un juego y nadamás, era sólo un juego cruel de su vanidad, él me mintió.
Con todo el amor que juraba, jamás hubo nada, yo fui simplemente otra más que lo amaba.
Mentiras, todo era mentiras, los besos, las rosas, las falsas caricias que me estremecían.
Señor tú que estás en los cielos, tú que eres tan bueno, que no quede huella en mi piel de sus dedos.
Él me mintió, él me mintió, él me mintió.
Mentiras, todo era mentiras, palabras al viento, tan sólo un capricho que el niño tenía, él me mintió.
Al terminar la canción me desplomé en la banca y empecé a llorar mientras me preguntaba.
_¿Por qué a mí? ¿por qué siempre a mí?
Estaba destrozada, me había pasado dos veces lo mismo, estaba segura que si me volvía a enamorar y me volvía a ocurrir esto no lo soportaría y moriría, me costaba trabajo confiar en algún chico, pero tampoco podía estar así toda la vida, aún así aún creía que no todos los chicos eran iguales y que existía el verdadero amor, aún creía que algún día encontraría a alguien que me quisiera de verdad, que nunca me mintiera y que siempre estuviera conmigo en las buenas y en las malas.
En eso alguien se sentó a mi lado.
_Cantas muy bien- dijo la voz conocida de un chico, yo volteé, era...
_¡¡¡Ron!!!- dije apenada, nunca antes alguien me había oído cantar que no fueran mis amigas.
_No te sonrojes, no tienes porqué, si cantaras mal si debería darte vergüenza, pero no es así, cantas muy bonito así que, no te apenes, ¿ok?
_Ok, bueno, yo, mejor me voy y gracias- dije y me alejé corriendo a un lugar donde nadie me escuchara cantar.
Mientes tan bien.
Que te quedarás conmigo una vida entera, que contigo adiós invierno sólo primavera, que las olas son de magia y no de agua Salada, yo te creo todo y tú no me das nada, tú no me das nada.
Que si sigo tu camino llegaré hasta el cielo, tú me mientes en la cara y yo me vuelvo ciega, yo me trago tus palabras, tú juegas un juego, y me brilla el mundo cuando dices luego, cuando dices luego.
Cuando dices siento, siento que eres todo, cuando dices vida yo estaré contigo, tomas de mi mano, y por dentro lloro, aunque sea mentira me haces sentir viva, aunque es falso el aire, siento que respiro.
Mientes tan bien, que me sabe a verdad todo lo que me das, y ya te estoy amando, mientes tan bien, que he llegado a imaginar, que en mi amor llenas tu piel, y aunque todo es de papel, mientes tan bien.
Cuando dices siento, siento que eres todo, cuando dices vida yo estaré contigo, tomas de mi mano, y por dentro lloro, aunque sea mentira me haces sentir viva, aunque es falso el aire, siento que respiro.
Mientes tan bien, que me sabe a verdad todo lo que me das, y ya te estoy amando, mientes tan bien, que he llegado a imaginar, que en mi amor llenas tu piel, y aunque todo es de papel, mientes tan bien.
Así pasaron los días, poco a poco me iba llevando con Draco, bueno, en sí la situación estaba rara porque a veces le hablaba pero la mayoría de las veces no.
Harry estaba mal, últimamente le dolía muchísimo la cicatriz.
_Son unos dolores terribles- nos decía apretándose la cicatriz fuertemente y con lágrimas en los ojos del dolor.
_Tienes que decirle a Dumbledore, amor- decía Janai también con los ojos llorosos (le dolía verlo sufrir).
_No, no quiero preocuparlo.
_Pero Harry, no es la primera vez que te pasa, los dolores cada día son más fuertes y más frecuentes- le decía.
Por fin Harry decidió decirle a Dumbledore lo que le pasaba, obviamente Dumbledore le prohibió salir del Castillo y andar por los pasillos solo.
Por otro lado yo ya no estaba tan triste, iba superándolo poco a poco, pero un día Christian derramó la última gota y lo que hizo ocasionó que sintiera hacia él cierto rencor.
Iba caminando cuando de repente, un montón de pintura negra cayó sobre mí, yo volteé a ver quién era el responsable y vi como Christian se alejaba corriendo, al principio me sentía mal, me fui corriendo a darme un baño, estaba llorando, lloraba de coraje, de tristeza, simplemente no podía entender.
Después me encontré a Lily, íbamos a DCAO, le conté lo que había pasado, llegamos al salón, Malfoy venía para acá, y al verme llorando se acercó corriendo hacia mí, Lily se metió al salón.
_¿Por qué lloras?- dijo preocupado y abrazándome.
_Por nada- dije evadiendo su pregunta e intentando soltarme.
_Todo mundo llora por algo, dime tú ¿por qué estás llorando?
_Por una tontería.
_Si fuera una tontería no estarías llorando.
_En serio, no tengo nada.
_¿No confías en mí?- dijo tomándome la cara; esas palabras, esa mirada, no pude resistir, me perdí en sus preciosos ojos grises y me rendí en sus suaves manos.
_Sí.
_¿Entonces?
En ese momento salió Lily a decirme que ya me metiera porque pronto iba a empezar la clase.
_Me tengo que ir- dije.
_No, de aquí no te mueves hasta que me digas que tienes.
_En serio, me tengo que ir, y tú también.
Draco no me soltó hasta que Lupin me llamó.
_Meilin, entra ya, por favor.
_Sí, Profesor- dije volteando a ver a Lupin- ¿ya ves? ya me llamó el Profesor, ahora sí ya me voy- dije volteando a ver a Draco.
_Está bien.
Tomé mis cosas mientras él me veía con una preocupación y una ternura infinita, se despidió de mí y me metí al salón, cuando iba a cerrar la puerta escuché que Draco decía.
_Lombard, de seguro fue él- dijo con odio contenido en su voz.
Yo sentí miedo, no por Christian, por Draco, no quería que se metiera en problemas por mi culpa.
_Meilin, ¿estás bien?- dijo Lupin acercándose a mí mientras los demás platicaban y mis amigos me veían preocupados.
_Sí, gracias Lupin.
_Vé y siéntate con tus amigos.
_Sí.
Pasé al lado de Christian, él vio mis ojos llorosos y un intento de sonrisa fría se asomó en su rostro, le conté a mis amigos lo que había pasado, voltearon a ver a Lombard con odio y me empezaron a molestar con Draco, excepto Ron, ¿será que había surgido el flechazo entre Draco y yo?
Él me mintió.
Él me mintió, él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió, no me amaba, nunca me amó.
Él dejó que lo adorara, él me mintió, él me mintió, era un juego y nadamás, era sólo un juego cruel de su vanidad, él me mintió.
Con el corazón destrozado y el rostro mojado, soy tan desdichada quisiera morirme.
Mentiras, todo era mentiras, palabras al viento, tan sólo un capricho que el niño tenía.
Él me mintió, él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió, no me amaba, nunca me amó.
Él dejó que lo adorara, él me mintió, él me mintió, era un juego y nadamás, era sólo un juego cruel de su vanidad, él me mintió.
Con todo el amor que juraba, jamás hubo nada, yo fui simplemente otra más que lo amaba.
Mentiras, todo era mentiras, los besos, las rosas, las falsas caricias que me estremecían.
Señor tú que estás en los cielos, tú que eres tan bueno, que no quede huella en mi piel de sus dedos.
Él me mintió, él me mintió, él me mintió.
Mentiras, todo era mentiras, palabras al viento, tan sólo un capricho que el niño tenía, él me mintió.
Al terminar la canción me desplomé en la banca y empecé a llorar mientras me preguntaba.
_¿Por qué a mí? ¿por qué siempre a mí?
Estaba destrozada, me había pasado dos veces lo mismo, estaba segura que si me volvía a enamorar y me volvía a ocurrir esto no lo soportaría y moriría, me costaba trabajo confiar en algún chico, pero tampoco podía estar así toda la vida, aún así aún creía que no todos los chicos eran iguales y que existía el verdadero amor, aún creía que algún día encontraría a alguien que me quisiera de verdad, que nunca me mintiera y que siempre estuviera conmigo en las buenas y en las malas.
En eso alguien se sentó a mi lado.
_Cantas muy bien- dijo la voz conocida de un chico, yo volteé, era...
_¡¡¡Ron!!!- dije apenada, nunca antes alguien me había oído cantar que no fueran mis amigas.
_No te sonrojes, no tienes porqué, si cantaras mal si debería darte vergüenza, pero no es así, cantas muy bonito así que, no te apenes, ¿ok?
_Ok, bueno, yo, mejor me voy y gracias- dije y me alejé corriendo a un lugar donde nadie me escuchara cantar.
Mientes tan bien.
Que te quedarás conmigo una vida entera, que contigo adiós invierno sólo primavera, que las olas son de magia y no de agua Salada, yo te creo todo y tú no me das nada, tú no me das nada.
Que si sigo tu camino llegaré hasta el cielo, tú me mientes en la cara y yo me vuelvo ciega, yo me trago tus palabras, tú juegas un juego, y me brilla el mundo cuando dices luego, cuando dices luego.
Cuando dices siento, siento que eres todo, cuando dices vida yo estaré contigo, tomas de mi mano, y por dentro lloro, aunque sea mentira me haces sentir viva, aunque es falso el aire, siento que respiro.
Mientes tan bien, que me sabe a verdad todo lo que me das, y ya te estoy amando, mientes tan bien, que he llegado a imaginar, que en mi amor llenas tu piel, y aunque todo es de papel, mientes tan bien.
Cuando dices siento, siento que eres todo, cuando dices vida yo estaré contigo, tomas de mi mano, y por dentro lloro, aunque sea mentira me haces sentir viva, aunque es falso el aire, siento que respiro.
Mientes tan bien, que me sabe a verdad todo lo que me das, y ya te estoy amando, mientes tan bien, que he llegado a imaginar, que en mi amor llenas tu piel, y aunque todo es de papel, mientes tan bien.
Así pasaron los días, poco a poco me iba llevando con Draco, bueno, en sí la situación estaba rara porque a veces le hablaba pero la mayoría de las veces no.
Harry estaba mal, últimamente le dolía muchísimo la cicatriz.
_Son unos dolores terribles- nos decía apretándose la cicatriz fuertemente y con lágrimas en los ojos del dolor.
_Tienes que decirle a Dumbledore, amor- decía Janai también con los ojos llorosos (le dolía verlo sufrir).
_No, no quiero preocuparlo.
_Pero Harry, no es la primera vez que te pasa, los dolores cada día son más fuertes y más frecuentes- le decía.
Por fin Harry decidió decirle a Dumbledore lo que le pasaba, obviamente Dumbledore le prohibió salir del Castillo y andar por los pasillos solo.
Por otro lado yo ya no estaba tan triste, iba superándolo poco a poco, pero un día Christian derramó la última gota y lo que hizo ocasionó que sintiera hacia él cierto rencor.
Iba caminando cuando de repente, un montón de pintura negra cayó sobre mí, yo volteé a ver quién era el responsable y vi como Christian se alejaba corriendo, al principio me sentía mal, me fui corriendo a darme un baño, estaba llorando, lloraba de coraje, de tristeza, simplemente no podía entender.
Después me encontré a Lily, íbamos a DCAO, le conté lo que había pasado, llegamos al salón, Malfoy venía para acá, y al verme llorando se acercó corriendo hacia mí, Lily se metió al salón.
_¿Por qué lloras?- dijo preocupado y abrazándome.
_Por nada- dije evadiendo su pregunta e intentando soltarme.
_Todo mundo llora por algo, dime tú ¿por qué estás llorando?
_Por una tontería.
_Si fuera una tontería no estarías llorando.
_En serio, no tengo nada.
_¿No confías en mí?- dijo tomándome la cara; esas palabras, esa mirada, no pude resistir, me perdí en sus preciosos ojos grises y me rendí en sus suaves manos.
_Sí.
_¿Entonces?
En ese momento salió Lily a decirme que ya me metiera porque pronto iba a empezar la clase.
_Me tengo que ir- dije.
_No, de aquí no te mueves hasta que me digas que tienes.
_En serio, me tengo que ir, y tú también.
Draco no me soltó hasta que Lupin me llamó.
_Meilin, entra ya, por favor.
_Sí, Profesor- dije volteando a ver a Lupin- ¿ya ves? ya me llamó el Profesor, ahora sí ya me voy- dije volteando a ver a Draco.
_Está bien.
Tomé mis cosas mientras él me veía con una preocupación y una ternura infinita, se despidió de mí y me metí al salón, cuando iba a cerrar la puerta escuché que Draco decía.
_Lombard, de seguro fue él- dijo con odio contenido en su voz.
Yo sentí miedo, no por Christian, por Draco, no quería que se metiera en problemas por mi culpa.
_Meilin, ¿estás bien?- dijo Lupin acercándose a mí mientras los demás platicaban y mis amigos me veían preocupados.
_Sí, gracias Lupin.
_Vé y siéntate con tus amigos.
_Sí.
Pasé al lado de Christian, él vio mis ojos llorosos y un intento de sonrisa fría se asomó en su rostro, le conté a mis amigos lo que había pasado, voltearon a ver a Lombard con odio y me empezaron a molestar con Draco, excepto Ron, ¿será que había surgido el flechazo entre Draco y yo?
*CONTINUARÁ
No hay comentarios:
Publicar un comentario